Para muchas personas, el proceso creativo
es algo procedimental que se puede describir técnica
y metodológicamente. Por lo tanto, es algo que
podemos averiguar objetivamente y, en consecuencia, aprender.
Para crear, basta seguir los pasos de un proceso creativo.
Pero... ¿es suficiente de veras con eso? ¿Puedo
convertirme en una persona más creativa, transformar
el aula en un ambiente más creativo, favoreciendo
que los alumnos sean creativos y capaces de crear cosas
creativas tan sólo utilizando técnicas creativas
o siguiendo los pasos de un proceso creativo? Cuando nos
hacemos esas preguntas queda la sensación de que
se nos abre ante los ojos un vacío.
Para otros estudiosos, el proceso creativo
no es nada más que el proceso de pensar. Es decir,
es algo que ocurre en la mente de quien crea y eso es
algo individual, intransferible y no se puede enseñar.
Por tanto, es algo difícil y extraño. Privilegio
de algunas pocas personas geniales. Sin embargo... estamos
de acuerdo con Eulàlia Bosch, que afirma en su
libro El placer de mirar:
"Escribir, pintar, esculpir son procesos
creativos, pero es hora ya de reconocer que también lo
son leer, contemplar un cuadro o medirse con el volumen
de una escultura. (...) Para recrear una obra, para devolverla
al presente, hace falta poseer una inquietud creativa
propia (...)"
O sea, ya es hora de pensar en proceso creativo
de manera más amplia... Y, principalmente si estamos
conectando creatividad y educación reflexiva. Seguiremos
mostrando ideas que el lector debe tomar como sugerencias
para reflexionar.
El proceso creativo ha sido objeto de muchas
investigaciones. Y seguramente a través del estudio
y de la comprensión del mismo se podrá progresar
mucho en metodologías y recursos para conseguir
un mejor desarrollo de la capacidad creativa. En general,
distintos estudiosos coinciden en afirmar algunas fases
que componen el proceso creativo. Son estas:
1) PREPARACIÓN
Percepción de un problema y reunión
de informaciones. Inmersión (consciente o no) en
un conjunto de cuestiones problemáticas que son
interesantes y suscitan la creatividad. Es un momento
estimulante porque es cuando uno reconoce una inquietud
que le mueve, instiga y empieza a investigar buscando
posibilidades y alternativas. Mucha gente piensa que ese
momento caracteriza la creatividad en sí misma
y no logra transformar la problematización y la
recogida de información en algo nuevo. O sencillamente
se contenta con "copiar" lo que fue investigado
suponiendo haber llegado al resultado final.
2) INCUBACIÓN
Tiempo de espera, de busca inconsciente de la solución.
Se realizan conexiones inusitadas: las ideas se agitan
por debajo del umbral de la conciencia. Es un período
en el que pueden surgir angustias y la sensación
de que no se conseguirá lo que se ha propuesto.
Generalmente, en ese momento surgen ansiedades, miedo
a quedarse en blanco, al vacío y a la incapacidad
de encontrar las "respuestas creativas" deseadas.
Pero una persona creativa acostumbrada a pasar por esos
procesos, sabe que es necesario un tiempo interior para
que los distintos elementos puedan "amalgamarse".
Es como si fuese una fase de "cocción"
cuya duración no siempre podrá ser controlada
por la persona que crea. Mucha gente abandona sus procesos
creativos en este momento por no suportar esa "espera
en la oscuridad." Nunca se sabe cuanto tiempo durará
una incubación, pueden ser horas o anos...
3) ILUMINACIÓN
¡Ajá! ¡Eureka! La solución irrumpe
" de repente". Es cuando llega la luz a la oscuridad
del proceso de incubación y las partes antes dispersas
se unen presentando un todo ordenado. Ese es el momento
más agradecido del proceso creativo, porque es
cuando uno ve todo claro y conectado. Es un tipo de éxtasis
placentero que da energía a todo y justifica todo
el esfuerzo anterior. Sería maravillosos poder
decir que aquí se acaba el proceso creativo. Como
si fuera un cuento de hadas, con un "feliz para siempre"
eternizado en el placer de la iluminación. Pero,
no... no es así. El proceso creativo sigue su ritmo
y así se entra en la próxima fase.
4) VERIFICACIÓN
Examen de la solución encontrada. Es el momento
de evaluar si merece la pena dedicar atención a
lo que se ha intuido. Muchas personas piensan que lo mejor
es quedarse con las primeras intuiciones, otras piensan
que lo mejor es no entregarse a la "primera ocurrencia"
tras la situación en suspenso propia del momento
de incubación. Emocionalmente es uno de los momentos
más difíciles porque engendra incertidumbre
e inseguridad frente a las decisiones necesarias. Y, en
general conlleva como consecuencia o bien abandonar todo
el trabajo, o reempezarlo o comunicarlo y ningunas de
esas opciones son fáciles de asumir.
Esta fase, si tiene como resultado la aprobación
de lo que fue encontrado, conlleva dos momentos más
que son:
Elaboración
Es la parte más dura, más difícil,
la que exige más tiempo. Es todo el arduo
trabajo de transformar una idea o intuición
en una "cosa en el mundo", un producto.
Según Edson, tratándose de una relación
entre el proceso creativo y el producto, es bueno
pensar en 1% de inspiración y un 99% de transpiración,
esto es de sudor provocado por el trabajo duro de
dar forma a la idea.
Comunicación
Durante el proceso creativo la persona extrae algo
de sí misma y se lo comunica a otras personas.
Para muchos, comunicar es el mejor momento del proceso
creativo. Y para muchos otros, es lo más
difícil porque implica convivir con la crítica
y el enunciado de juicios de quienes han recibido
la comunicación. O sea la manera de vivir
ese momento es un poco ambigua y puede generar sentimientos
diferenciados.
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Una vez más le corresponde al lector
continuar el diálogo con el texto, incorporando
sus reflexiones.
· Piense en el proceso mediante el
cual pasa al leer este artículo. ¿Diría
que está pasando por un proceso creativo? ¿Por
qué?
· Imagina como pudo haber sido el proceso creativo
que dio origen a este trabajo. ¿Qué descubre
con ese "ejercicio de imaginación"?
· Cierre los ojos y piense en los procesos creativos
por lo que ya ha pasado. ¿Cómo fueron? ¿Por
qué los llama creativos?
· Piensa en los productos creativos que conoce
y admira. Imagine cómo pudieron haber sido los
procesos creativos que precedieron a su existencia. ¿Qué
descubre con eso?
· ¿De qué forma puede colaborar para
que sus alumnos puedan vivenciar cada vez más procesos
que se puedan llamar creativos?
· ¿A qué llama un proceso creativo?
Para seguir pensando sobre eso y ampliando nuestras perspectivas,
hagamos un nuevo juego visual:
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