Evidentemente la tarea de este artículo
no es profundizar en estas habilidades, los que sientan
esta necesidad están invitados a conocer el Proyecto
Noria que existe para profundizar en esta dirección.
Una vez de acuerdo en que el pensamiento
creativo es un procesador de la experiencia, utilizaremos
como contenidos las propuestas y la experiencia de la
artista Yoko Ono; y como recurso para estimular el diálogo
utilizaremos preguntas. El objetivo de todo esto es estimular
a nuestro pensamiento creativo para que actúe mientras
reflexionamos sobre el tema. Esto es, tratar de pensar
creativamente sobre la creatividad. ¡Esa es la invitación
que este texto hace al lector!
Si quiero considerar más elementos
además de las características y de las habilidades
de pensamiento, ¿cómo puedo saber que estoy
pensando creativamente? Un buen modo de saberlo es preguntarnos
sobre la forma en qué pensamos, si:
¿nos lleva a emitir juicios?
¿está orientada por el contexto?
¿es autotranscendente?
¿es sensible a los criterios?
Según Lipman, esos son los elementos
que definen el pensamiento creativo. Y nosotros vamos
a utilizarlos con la intención de señalizar
"la construcción de nuestro diálogo".
Por lo tanto, en lugar de una lectura de este trabajo,
espero que su pensamiento se vea estimulado de tal manera
que cumpla los criterios que acabo de mencionar. Vamos
a comenzar:
Dentro de su mente, intente transformar
Una tela cuadrada en un círculo.
Durante el proceso, escoja alguna forma
Y coloque en la tela, un objeto,
Un olor, un sonido o un color
Que usted relacione con esa forma.
(Yoko Ono, Pintura para ser creada en la mente, Primavera
de 1962)
"El método pictórico
se remonta al tiempo de la II Guerra Mundial, cuando no
teníamos nada para comer y mi hermano y yo intercambiábamos
menús imaginarios". Así comenta Yoko
Ono algunas ideas sobre el método que utiliza para
el trabajo que viene realizando desde la década
de los años sesenta. Ese trabajo consiste en montar
exposiciones i instalaciones en las que el visitante participa
en la obra creándola o interfiriendo en ella concretamente
a partir de las sugerencias conceptuales de la artista.
La cita anterior es un ejemplo de ese tipo de obra; otro
ejemplo curioso consiste en una pared blanca repleta de
paquetes con distintas semillas, colgados y organizados
según sus colores y al lado las palabras:
Pintura para el viento
Haga un agujero en paquete lleno con cualquier
tipo de semillas y colóquelo
en un lugar donde haga viento
(Verano de 1961)
La artista crea el concepto de una obra
e invita a su "espectador" a participar en la
creación. De ese modo, quien "ve" su
obra, imagina, actúa, realiza y sale de la exposición
creando obras para los demás y para sí mismo.
El arte no existe sin creatividad. Crear es algo inherente
al acto artístico. Pero lo que hace Yoko es recrear
los códigos de expresión artística.
Al invitar al visitante para que pinte en su mente, recrea
el concepto de pintura y de artista. Lo mismo ocurre cuando
propone un ambiente en el cual el espectador abandona
su condición pasiva ante la creatividad del artista
para asumir una actitud activa de co-creador. Y es en
función de esto que la elegimos como experiencia
significativa para convertirse en un contenido de nuestra
reflexión.
Para profundizar sobre la teoría
de la creatividad presentamos lo que en 1975 MacKinnon
definió por primera vez como los cuatro grandes
aspectos en el campo de la psicología de la creatividad:
PERSONA
PROCESO
PRODUCTO (OBRA)
SITUACIÓN (AMBIENTE)
Relacionando esos aspectos con la propuesta
de Yoko Ono podríamos hacernos las siguientes preguntas:
¿Quién crea? ¿Qué
se entiende por persona creativa en una propuesta como
esa?
¿Cuál es el proceso creativo al que se concede
prioridad y cómo se desencadena?
¿Cuál es el producto creativo de ese tipo
de propuesta?
¿Cómo es el ambiente en ese tipo de obra/proceso
creativo?
¿De qué nos sirve esta reflexión?
De alguna manera la exposición/instalación
de Yoko Ono es como una "escuela de creatividad"
que incita, provoca, motiva a sus visitantes al acto de
crear. Y, ¿no es eso lo que quisiéramos
que la creatividad aportara al contexto educativo? Lo
que nos interesa como educadores es buscar la manera de
movilizar a nuestros alumnos para que se vuelvan personas
más creativas. Y, para ello necesitamos una metodología
que favorezca un proceso que sea creativo y que genere
productos creativos. Todo eso en el contexto del aula
que deberá ser un ambiente también creativo.
No se puede hablar de creatividad del alumno sin incluirla
en todo lo que le rodea. O sea, una educación reflexiva
que pueda llamarse creativa necesita emprender acciones
coherentes que abarquen esos cuatro grandes aspectos estudiados
por los investigadores de la creatividad. Con el objetivo
de ampliar esta reflexión, vamos a detenernos en
cada uno de esos cuatro puntos señalados por MacKinnon
en los próximos apartados.
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