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El Bloqueo Creativo
Diego Parra Duque
Consultor en Innovación – Colombia
acuantola@hotmail.com


¿ Sabe usted quiénes son Calíope, Clío, Talía, Euterpe, Terpsícore, Melpómene, Eratos, Urania y Polimenia ?

Estos son los nombres de las nueve musas griegas, consideradas como las protectoras de las artes. Según la mitología griega, ellas fueron la principal fuente de inspiración de los poetas, historiadores, escritores y pintores de esta antigua civilización. Ya los griegos habían observado que los artistas de todos los ramos sufrían períodos de aparente esterilidad y que en el momento menos pensado podían encontrar la solución como venida de otro mundo. Creyeron que estos sorpresivos hallazgos eran el don de alguna divinidad.

Los antiguos griegos supusieron que vivían en un universo habitado por seres humanos y dioses, entre los cuales unos de ellos – las musas – eran los supervisores de la creatividad humana. Los estudios recientes han demostrado que estos “regalos de la divinidad” pueden ser inducidos con algunas técnicas precisas, que son resumidas en este capítulo.

Cada vez que me reúno con grupos de participantes en talleres y sesiones de creatividad confirmo una teoría que he venido observando desde hace algún tiempo: los seres humanos le tenemos una terrible aversión a nuestros propios bloqueos. Los bloqueos son momentos de confusión y esterilidad. Suceden cuando nos enfrascamos durante un tiempo considerable en la solución de cualquier tipo de problema. Por lo general los relacionamos con el caos, la oscuridad, la incapacidad de producir ideas y con altos grados de frustración. Por eso mismo los tendemos a evitar. Pero paradójicamente, una de las fórmulas más poderosas para poder llegar a nuevas ideas y productos creativos, consiste en bloquearnos para despertar posibilidades del cerebro que de otra forma no podrían ser utilizadas.

Existe una ley natural aplicable a muchos sucesos que podemos observar en nuestra vida diaria: cada vez que sufrimos de una carencia, nos surge simultáneamente una nueva posibilidad. Veamos algunos ejemplos que ilustran esta afirmación: estudios científicos recientes han demostrado que los ciegos tienen un tacto privilegiado, pues su carencia del sentido de la vista les permite dimensionar de manera extraordinaria otro sentido distinto. ¿

Alguna vez ha tenido la oportunidad de admirar el baile de una persona sordomuda ? Son extraordinarios bailarines, pues su limitación les ha permitido volverse sensibles a las vibraciones del suelo. Cuando experimentamos un bloqueo, lo que sucede realmente es que estamos experimentando una renuncia temporal de nuestro “ lado inteligente ” ( que muchos científicos relacionan con el hemisferio izquierdo del cerebro, con nuestro pensamiento práctico, o con nuestra fase consciente ) al enfrentarnos con determinado tipo de problema creativo al que no estábamos habituados. Lo que muchos ignoran es que esta renuncia de nuestro pensamiento práctico dimensiona posibilidades nuevas de pensar con “otros lados” del cerebro. Estas posibilidades nuevas de pensar, se relacionan con una mayor utilización del hemisferio derecho del cerebro, o con lo que el psicólogo Carl Gustav Jung denominaba “la infinita riqueza de nuestro inconsciente”. Para este psicólogo austríaco, el inconsciente se compone de aquellos contenidos mentales que, por razones de represión o autocensura, se mantienen ocultos o velados. Según Jung el inconsciente es mucho más fértil y creativo que nuestra faceta consciente. Lo que sucede es que, por haber sido velado durante mucho tiempo, tener acceso a sus riquísimas fuentes necesita de un trabajo sistemático.

Tener la posibilidad de acceder al contenido de nuestro inconsciente es una de las principales tareas de las personas creativas. Ya desde hace muchos años nuestra cultura y nuestra educación han venido privilegiando nuestro lado más racional, menospreciando de paso las inmensas posibilidades creativas de nuestro inconsciente.

El trabajo de los artistas se desarrolla por lo general de una manera bien curiosa: ellos aprenden a bloquearse de manera premeditada, pues saben que en su amigable relación con sus bloqueos están precisamente las más ricas posibilidades creativas.

Cómo trabajar con nuestros bloqueos:

En la breve introducción que he hecho de este capítulo, he compartido con el lector uno de los secretos más importantes de las personas creativas. Este tipo de personas es por lo general tremendamente consciente de sus bloqueos y sabe trabajar con ellos para sacarles el máximo provecho. Este hecho rompe con el mito de la inspiración, y con la actitud de esperar, como muchas veces lo imaginamos, a que bajen las musas de lo alto para socorrernos en nuestras búsquedas. Ser creativos consiste en abrazar nuestros bloqueos, ser conscientes de ellos, y aprovecharlos al máximo.

Todos los grandes artistas se han vuelto minuciosos observadores de sí mismos, para poder estar conscientes de la fase en que se encuentran dentro de sus propios procesos creativos. Una fuente de información al respecto son los diarios de artista que casi todos los grandes genios llenaban. Para dar un ejemplo, el famoso novelista Franz Kafka escribía una vez en su diario: …” 7 de junio. Mal día. Hoy no he escrito nada. Mañana no tendré tiempo “…Veamos cuáles son los pasos que nos van a permitir entender cómo funcionan nuestros propios bloqueos y sacar el máximo provecho de estos aparentes momentos de esterilidad y confusión:

Primer paso: Entender cómo funcionan los procesos creativos

Uno de los primeros teóricos modernos de la creatividad fue J. Wallas . Este autor consideró que el proceso creador se reducía a cuatro etapas: preparación, incubación, iluminación y verificación. En la preparación se realiza el trabajo preliminar: la persona piensa con total libertad, recaba información de muchos lados en torno al problema, escucha sugerencias y deja 'vagar' la mente. La incubación, que puede durar desde minutos hasta años, es la etapa donde el material recogido pasa por una elaboración y organización interna, proceso del cual se tiene poca o ninguna conciencia. Wallas plantea que mientras se está ocupado haciendo alguna cosa, los procesos inconscientes pueden estar trabajando en la resolución de un problema completamente distinto. La iluminación ocurre cuando se vislumbra la solución al problema: a veces es una simple corazonada o intuición súbita, y otras el resultado de un esfuerzo sostenido. La etapa de verificación, por último, es aquella donde la idea pasa por la evaluación crítica del creador para ser definitivamente aceptada. Cada fase se corresponde con un determinado estado psíquico: la primera se vive como tensión, la segunda como frustración, la tercera como alegría y la cuarta como concentración.

La teoría de Wallas es fascinante en el sentido en que nos muestra que los procesos creativos combinan fases conscientes con fases inconscientes. Durante los talleres de creatividad que dicto con diferentes tipos de grupos he descubierto que la mejor manera de tener acceso al inconsciente es teniendo la a “atrofiar” temporalmente nuestro lado consciente, y esto sólo se hace posible llegando al umbral de nuestros propios bloqueos. En este libro propongo una pequeña redefinición de las etapas de Wallas. El entendimiento de estas etapas nos proporciona una inmensa ayuda para poder trabajar con nuestros bloqueos creativos. Puedo confirmar, en mis trabajos con cientos de grupos, que las etapas de un proceso creativo, son por lo general las siguientes:

Etapas de un proceso creativo
Pasos o fases Características Formas de Reconocimiento


Exploración
Es la etapa en que definimos el problema: redactar un artículo, definir el diseño de un nuevo producto, explorar el abordaje de una nueva metodología de enseñanza. Sensación de concentración.

Sobreexploración
Comenzamos a buscar nuevas forma de abordar el problema. Le damos vueltas a la formulación del mismo, jugamos con acercamientos distintos, buscamos diferentes formas de resolverlo. Sensación de desorden y ambigüedad debido a la dispersión.
Bloqueo Llegamos a un punto de saturación debido a la exploración del problema. Frustración. Sobrecarga cerebral. Caos Mental. Ganas de abandonar el problema.

Incubación
Cambiamos radicalmente de actividad. Delegamos el problema al inconsciente. Surge gradualmente una sensación de alivio, aunque al principio nos cueste trabajo desconectarnos del problema. Sensación de alivio gradual. Cesan lentamente la rabia y la frustración, pero es necesario estar conscientes de haber pasado por la sensación anterior de bloqueo.

Iluminación
Súbitamente aparece una serie de señales que nos ayudan a la solución del problema. Sensación de sorpresa y extrañeza, al recibir señales o soluciones no esperadas para resolver el problema: ¡¡¡ Eureka !!!

El esquema anterior nos muestra que para poder llegar a ser realmente creativos debemos primero comenzar por definir un problema y convertirnos en “dueños de él”. Para muchas personas esta fase, que parece tan sencilla, puede llegar a ser complicada. Esta fase se puede concebir como la exploración del problema.

Luego viene un proceso premeditado de seguir observando el problema para hallar soluciones que vayan más allá de las convencionales. En esta fase, lo más importante es buscar llegar a bloquearnos de manera consciente e intencional. Es la fase más difícil de sobrellevar al principio. Por lo general tendemos a detenernos cuando nos acercamos al bloqueo, pues lo identificamos con una sensación de frustración. A esta segunda fase la he denominado sobreexploración, pues se basa en un esfuerzo adicional hasta sentir que estamos bloqueados. Esta fase es aquella a la que se acostumbran poco a poco los artistas y personas que trabajan usualmente en actividades altamente creativas. Un escritor, cuando se bloquea, no tiene problemas en aceptar que es una etapa necesaria y momentánea dentro de su proceso creativo.

Luego aparece la tercera fase: la del bloqueo. Al principio, cuando no estamos acostumbrados a nuestros propios bloqueos, comenzamos por sentir una especie de rabia contenida y caos mental, aspectos que ya sabemos identificar conscientemente como la esencia misma de esta etapa. En esta fase comenzamos también a sentir un estado psíquico de frustración. Pero poco a poco, cuando nos acostumbramos a trabajar en tareas creativas, los bloqueos nos empiezan a causar cada vez menos rabia, pues poco a poco adquirimos la capacidad de advertir que ellos son una parte fundamental de cualquier proceso creativo.

Una vez hemos alcanzado el bloqueo es importante cambiar radicalmente de actividad, incluso descansar por un breve lapso de tiempo. Cuando nos bloqueamos conscientemente, lo que estamos haciendo es delegar la solución del problema a nuestra parte inconsciente, que, como ya dijimos, es mucho más rica en alternativas y soluciones que nuestra fase consciente o racional. Aquí comienza el proceso de incubación del problema. La acción de incubar se relaciona con procesos que ocurren de manera escondida, oculta, casi velada, como cuando en un huevo está creciendo un nuevo ser que todavía no podemos ver. De manera similar, cuando nos alejamos de manera sistemática del problema luego de haber experimentado un bloqueo, estamos permitiendo que el inconsciente siga jugando con éste de manera casi imperceptible para nosotros mismos, hasta llegar a soluciones sorpresivas, inusitadas y muchas veces, geniales. Estas soluciones sorprendentes e inesperadas pertenecen a la última fase, la de la iluminación.

La historia de los descubrimientos científicos da testimonio de frecuentes procesos de iluminación. Por muchos de nosotros es conocida la historia de Newton, quien, al recibir el golpe de una manzana en su cabeza recibe el “mensaje” que le permite formular la ley de la gravedad. Otros casos interesantes de genios famosos en fase de iluminación son los siguientes: Galileo Galilei contempla las oscilaciones de la lámpara de la catedral de Pisa durante una función religiosa y descubre las leyes del péndulo. Thomas Alva Edison analiza los móviles, que al girar rápidamente no se perciben como puntos sino como círculos y sienta las bases para la invención del cine. Alexander Graham Bell observa que en el oído humano unos huesitos mueven una membrana y se transmite el sonido y piensa que también una membrana metálica puede transmitirlo. Así inventa el teléfono. Muchas personas podrían atribuír todos estos inventos a coincidencias milagrosas. Sin embargo, la experiencia reciente y la investigación sobre los procesos creativos nos muestra que cada uno de estos “azares” tuvieron una gran preparación, y se relacionan con el hecho de que sus autores atravesaron un bloqueo de manera consciente. Como dijera Luis Pasteur: “El azar sólo favorece a las mentes preparadas”.

Los testimonios del bloqueo, incubación e iluminación como partes fundamentales de un proceso creativo están presentes en las entrevistas con célebres escritores, quienes después de haber estado trabajando largamente en la exploración de un personaje o del tono de su obra se toman un descanso y de repente, “mágicamente”, aparece la señal que les dará el nombre del personaje o la clave del estilo narrativo de su novela. Gabriel García Márquez, el premio Nobel de Literatura, escribía refiriéndose a un artículo periodístico que se había comprometido a entregar cada semana:

… “Lo escribo todos los viernes desde las 9 de la mañana hasta las tres de la tarde… Cuando no tengo el tema definido me acuesto mal la noche del jueves, pero la experiencia me ha enseñado que el drama se resolverá por sí solo durante el sueño, y que empezará a fluír por la mañana desde el instante en que me siente ante la máquina de escribir “…

Segundo Paso: Aprender a reconocer sus propios bloqueos

Entender cómo funcionan nuestros propios procesos creativos comienza por aumentar los niveles de observación sobre la manera cómo trabajamos. Una de las recomendaciones más importantes para llegar a ser más creativos comienza por aceptar y reconocer los momentos en que estamos bloqueados. Algunos consejos para reconocer los bloqueos son los siguientes:

• Cada vez que esté sumergido en algún proceso artístico, o en la exploración de un problema, registre los momentos en los que crea que está bloqueado. Anote las características que así lo demuestran: dolores de cabeza, sensación de frustración o de esterilidad en torno a la respuesta que está buscando, pueden ser algunas de las señales más frecuentes.
• Si está bloqueado no se preocupe, sepa que los bloqueos son parte fundamental de un proceso creativo.
• Desarrolle actividades creativas con mayor constancia y frecuencia: póngase un horario para dibujar, escribir o hacer música. De esta manera va a comenzar a darse cuenta que la verdadera creatividad no depende de euforias o momentos especiales en los que se sienten ganas irreprimibles de escribir, pintar o tocar un instrumento. La creatividad es un asunto de constancia y no de euforias temporales. Cuando nos ponemos un horario y trabajamos ininterrumpidamente hasta sentir un bloqueo, estamos haciendo el mayor de los aportes para comenzar a mejorar nuestros propios procesos creativos.

Tercer paso: Aprendiendo a hacer conciencia de la etapa de incubación

• Cada vez que se sienta bloqueado y lo reconozca de manera consiente, encuentre maneras de cambiar sistemáticamente de actividad por un breve lapso de tiempo. Salga a caminar por unos veinte minutos. Tómese una ducha. Haga ejercicio brevemente.
• Comience a utilizar los momentos de incubación de manera conciente: es muy posible que las mejores ideas en torno a la solución del problema que está explorando ocurran durante la incubación. Esté preparado para recordar las ideas y captar las señales que surgen durante el tiempo de incubación.
• Tenga en cuenta que las fases de incubación no necesitan ser muy largas. Si tardó un par de horas en bloquearse, con el hecho de incubar unos veinte minutos a media hora serán suficientes.
• Acostúmbrese a alternar etapas de bloqueo con etapas de incubación: poco a poco se sorprenderá con los resultados.


El proceso creativo visto como un proceso natural

Los procesos creativos responden a la misma lógica de muchos de los procesos que ocurren en la naturaleza. La vida tiene momentos de sobreproducción, de excesiva abundancia. Otros instantes reflejan miedo, muerte, escasez. Muchas veces los momentos a primera vista estériles y negativos, no son sino un paso necesario a otra nueva etapa de vida. Para ilustrar este punto, utilicemos las analogías: establezcamos un paralelo entre los procesos creativos y las estaciones climáticas.

Verano
Estamos en verano. La naturaleza muestra toda su majestuosidad, todo su esplendor. El viento bate con ímpetu las verdísimas hojas de los árboles, que se mecen gigantes y orgullosos. Los ríos corren sinuosos y alegres, serpenteando en valles y montañas. Los animales corren, se persiguen unos a otros, se mueven con velocidad y gracia: hay abundancia de alimento para ellos. Las aves surcan el cielo azul y emiten cantos alegres y animados. El ritmo de la vida es relajado; la naturaleza refleja abundancia y vida exterior. Esta fase se asemeja a la primera y rica fase de exploración: las cosas son fáciles, hay ideas en abundancia y todo parece ser muy claro. Los grupos creativos lanzan una gran cantidad de ideas, se manejan de manera alegre y desprevenida. Los artistas trabajan con facilidad y la mayoría de las ideas afloran sin problema. Es la primera etapa de exploración en que se produce en abundancia. Sin embargo, en esta primera etapa las ideas son obvias y poco sorprendentes, pues son lanzadas desde nuestra forma tradicional de pensar.


Otoño
De repente el clima comienza a cambiar. El frío y el viento empiezan a azotar a las plantas y los animales comienzan a almacenar alimento, pues saben que las cosas se van a tornar difíciles. La naturaleza se prepara sabiamente para un momento de escasez: el invierno. Los seres vivos buscan un refugio seguro para ocultarse y guarecerse por algún tiempo. Esta estación coincide con la fase de sobreexplotación: en esta fase nos vamos preparando lentamente para un momento difícil: el bloqueo. Poco a poco, como lo hace la naturaleza, vamos entrando en un terreno de confusión, de caos, para el cual nos podemos ir preparando a conciencia. Estamos incursionando, sin saberlo, en la exploración de lo desconocido. Nuestros egos se resisten a seguir, pues les queda más fácil aferrarse a lo conocido. También nos queda difícil explicar lo que sucede. Es el momento en que modificamos lentamente nuestro estado de conciencia en torno al problema que estamos explorando.

Invierno
Llega el invierno. Toda la tierra parece azotada. El frío ha hecho desaparecer las hojas de los árboles y las plantas adoptan su mínima expresión. Todo parece sin vida: los árboles se tornan enjutos y pierden sus hojas, los cauces de los ríos se congelan, los animales permanecen largo tiempo ocultos. Sin embargo, sabemos que la vida todavía permanece bajo tierra, que algo permanece latente y oculto por algún tiempo. En esta etapa aparece el bloqueo, nos sentimos frustrados y no vemos las ideas claramente. Es el momento de detenernos. De comenzar la etapa de incubación. Es el momento de cambiar de actividad, teniendo la plena confianza de que nuestro inconsciente seguirá trabajando en torno a la solución del problema, para llegar a resultados nuevos y sorprendentes.

Primavera
De repente la naturaleza se despierta nuevamente y grita a los cuatro vientos que quiere volver a florecer. Todo es nacer de nuevo: los brotes comienzan a elevarse y las hojas de los árboles recobran, poco a poco, su esplendoroso verdor. Las semillas germinan y las pequeñas plantas son de nuevo batidas por una brisa cálida y suave. Las lluvias leves invaden los campos y los bosques, dando origen a cuerpos pequeños y luminosos, llenos de vida y color: líquenes, brotes, hongos y setas sirven de alimento a muchos animales. Los mamíferos salen y se alimentan en abundancia. Lo mismo sucede con las aves que vuelan y emiten chillidos y cantos. Todo recobra movimiento: aquello que estaba oculto se manifiesta de nuevo, para gloria y fortuna de la naturaleza y la vida. De repente, nuestros bloqueos se van disipando y nos llegan mensajes casi mágicos, que no esperábamos. Los objetos que nos rodean nos brindan señales y mensajes y las ideas afloran de manera inesperada y sorprendente. El trabajo con nuestro inconsciente nos regala sus mejores frutos. Es tiempo de cosechar todo el esfuerzo invertido en las etapas anteriores. Nuestro problema pasa a nuevo estado de consciencia donde lo vemos de una forma diferente y novedosa. Hemos atravesado concientemente un bloqueo creativo.

Los Bloqueos creativos nos permiten desarrollar un nivel distinto
de conciencia cuando nos enfrentamos a un problema

El físico judío Albert Einstein solía decir: “ las soluciones a un problema nunca aparecen en el mismo nivel de conciencia en el que fue creado el problema “. Sin duda, una frase escrita por alguien con una mente compleja, imaginativa y brillante. Lo que Einstein quería decir con esta curiosa sentencia es que la creatividad es un cambio en el nivel de conciencia sobre los problemas que enfrentamos. Muchos de nosotros hemos oído decir a la gente: …” ese problema es muy complicado. Mejor consúltalo con la almohada”… Esto muestra que nuestra cultura sabe que existen formas “no tan racionales” de solucionar nuestros problemas, aunque muchas veces no se las acepte comúnmente. Trabajar con nuestros bloqueos de manera conciente es una de las herramientas más eficaces y enriquecedoras para poder encontrar dimensiones distintas sobre las formas como nos enfrentamos a nuestros problemas.

Algunas técnicas de incubación

Incubar es encontrar maneras de alejarnos temporalmente de un problema para recibir mensajes del inconsciente que nos den pistas para su resolución. Existen algunas técnicas que lo pueden ayudar a obtener mejores resultados en el proceso de incubación. A continuación resumo las que mejor me han funcionado:

Cajón de Ideas

Tenga un sitio donde pueda guardar sus ideas para verlas después de un tiempo. Utilice siempre un tiempo para producir y otro tiempo para juzgar sus ideas. Muchas veces, nuestras ideas necesitan un tiempo de maduración. Haga una revisión mensual de sus ideas y note que después de un tiempo de haberse alejado de sus problemas, estos comienzan a tomar una mayor relevancia, y los podemos ver de una forma distinta.

Caminatas sin rumbo

Acostúmbrese a caminar sin rumbo alguno, por lo menos por veinte minutos o media hora. No tenga ninguna dirección, simplemente lleve un ritmo constante y trate de no detenerse ni hablar mucho con las personas que encuentre en su camino. Poco a poco comenzarán a aparecer señales que le servirán para resolver su problema.

Dibujos sin control

Una manera muy eficaz de alejarnos del problema y conectar con nuestro inconsciente consiste en realizar dibujos con técnicas específicas que sean difíciles de controlar. Un ejemplo de ello es por ejemplo utilizar trozos de cordel blanco como si fueran un pincel, que hundimos en frasquitos de tinta china para dibujar con ellos sobre un papel blanco. Dibujar con esta técnica es difícil pero muy divertido, pues nos dificulta el hecho de ejercer control sobre las figuras y signos que van apareciendo en el papel. Muchos de los pintores surrealistas utilizaban técnicas parecidas, que les permitía llegar a resultados sorprendentes e inesperados, estableciendo conexiones con su inconsciente.

El trabajo con los sueños

En Galicia ( España ) tuve la oportunidad de trabajar durante algunos días con algunas técnicas que utilizaban los sueños como una forma muy eficaz de resolución de problemas. Los sueños son un regalo que nuestro inconsciente nos hace cada noche para que podamos llegar a solucionar nuestros problemas personales. La incubación de los sueños es una técnica utilizada desde hace cientos de años por diversas culturas para resolver diversos tipos de problemas algunas veces, otras veces con fines adivinatorios. Los griegos fueron especialmente hábiles en los trabajos de incubación de sueños y los usaban como una forma de consulta sobre su porvenir y su destino. Los siguientes son algunos consejos útiles para trabajar en la resolución de problemas, utilizando para ello la incubación de los sueños:

Identificar el problema sobre el cual se quiere trabajar. Durante la vigilia, tome la iniciativa de formular un problema específico. Evoque el problema cada cierto tiempo. Puede hacerlo por ejemplo cada vez que el reloj marque una hora en punto, o cada tres horas, pero hágalo varias veces al día. Antes de dormirse, recuerde de nuevo cuál es el problema que quiere que le sea resuelto en sueños. Repítalo mentalmente una y otra vez, hasta que se vaya quedando dormido.

Recordar los sueños. Dado que al principio es muy difícil recordar los sueños, ponga un despertador que le interrumpa el dormir en una fase de sueño profundo, tres o cuatro de la mañana por ejemplo. Inducir este despertar súbito en mitad de la noche es una forma muy eficaz de comenzar a hacer conciencia de los sueños que se tienen. Con tiempo y disciplina se dará cuenta que en una sola noche podemos tener cuatro o cinco sueños diferentes, y que los puede recordar. Acostúmbrese a tener un papel y un lápiz cerca de su almohada. Y sobretodo, adquiera el hábito de lograr que el lápiz alcance a situarse sobre el papel. Una vez esto sucede, por lo general comenzamos a adquirir la costumbre real de copiar nuestros sueños. Cuando se comienza a tomar el hábito de copiar los sueños, la distancia más difícil de cubrir, es la distancia que va de la mano hasta el papel. Una vez se haya vuelto hábil en la etapa del registro de sueños, pase a la siguiente etapa.

Revivir los sueños: Una vez ha logrado adquirir el hábito de copiar sus sueños ( ya lo sé, no es nada fácil al principio ) el siguiente paso es ser capaces de experimentar nuevamente nuestros sueños. Para ello, puede servir cerrar los ojos y revivir, paso a paso, lo que vivió en el sueño. Las siguientes preguntas pueden ser útiles a la hora de revivir la sensación de un sueño:


• ¿ Cuántas escenas había en el sueño ?
• ¿ Cuáles eran los personajes del sueño ?
• ¿ Cuáles eran los contextos y ambientes en el sueño ?
• ¿ Cuáles eran los objetos que aparecían en el sueño ?
• ¿ Qué cambios hubo durante el sueño ?
• ¿ Cuál era la sensación que me produjo el sueño ?

Interpretar los sueños: El último paso consiste en interpretar el sueño a la luz de la formulación de mi problema inicial. Qué mensajes o señales me proporciona el sueño para la solución de mi problema ? Es clave anotar que la interpretación no se debe someter a ninguna regla específica, más allá de los símbolos o significados que aparecen para el soñador. No existe ningún sistema real de interpretación, existen simplemente las verdades que el soñador descubre, y que le brindan posibles pistas para la solución de su problema. Si usted está interesado en profundizar sobre el tema de la incubación de los sueños y la solución de problemas, recomiendo al autor James Hillman . Hillman es escritor, analista y profesor. Actualmente es el director del Instituto Jung de Zurich ( Suiza ).

Bloqueos Creativos: Otras aproximaciones

Para cualquier artista el tema de los bloqueos creativos se convierte en uno de los problemas más interesantes. La famosa “página en blanco”, sobre la que tanto se ha escrito y hablado tiene una importancia crucial cuando cualquiera de nosotros comienza a avanzar en su vida artística, o en las actividades creativas que enfrenta todos los días. Lo más importante que reúnen todas las técnicas que trabajan sobre los bloqueos creativos es mostrar a la persona que la expresión artística es un elemento natural de la vida. Uno de los personajes que habitan a todas las personas es el creador, o artista interior. Todos nosotros podemos despertar este personaje en mayor o menor grado, dependiendo de la forma como lo estimulemos. Abrirse a su propia creatividad es algo que todas las personas pueden hacer.

Cómo desbloquear sus procesos creativos

Una de las recomendaciones más útiles para comenzar a desbloquear los procesos creativos de aquellas personas que quieran comenzar a explorar sus posibilidades artísticas consiste en el principio de Escribir por escribir. Utilice un tiempo específico del día para desarrollar procesos de escritura automática. La escritura automática es una forma de escribir que se hace a través del flujo constante de palabras. No se trata de escribir un cuento. Tampoco un ensayo. Tampoco se trata de escribir bien, ni bonito. Simplemente escriba. Lo que vaya saliendo. No tenga censura alguna sobre lo que escriba. Un ejemplo:

…” domingo, seis de la tarde. Hace mucho frío. Por la ventana veo dos perros que caminan y juegan mientras el dueño los mira con su correa en la mano. Afuera parece que está haciendo frío. Ahora mismo siento que me duele un poco la espalda. Me vuelvo a acomodar sobre el asiento. La escritura casi no fluye hoy. No tengo muchas ganas de seguir escribiendo, porque los temas no salen de manera fácil. Pienso en el día de ayer. Estuve visitando varios sitios para encontrar una mesa para mi casa. Ahora mismo me acabo de acordar de un sueño que tuve: estaba rodeado de niños en un parque “…

Adopte la costumbre de escribir por escribir en un horario determinado. Una de las técnicas más elaboradas del “escribir por escribir” son las Tres páginas de la mañana, que propone la escritora norteamericana Julia Cameron en su libro: “ El Camino del Artista”. Según Cameron, una de las herramientas más eficaces para restablecer la creatividad de las personas consiste en escribir tres páginas seguidas, sin parar, todas las mañanas apenas nos despertemos. Estas tres páginas deben ser escritas a mano, una tras otra, en un flujo constante, sin censuras ni prejuicios. Las tres páginas de la mañana no deben ser leídas al principio, por lo menos durante las dos primeras semanas. Según la doctora Cameron este ejercicio debe ser desarrollado todas las mañanas durante ocho semanas, tiempo a partir del cual la técnica comienza a producir sus frutos. Según la autora, esta técnica no sólo desbloquea procesos de escritura. También contribuye a trabajar sobre los bloqueos de pintores, escultores, cineastas, y hombres de negocios. …” Las tres páginas de la mañana son la herramienta primordial para el restablecimiento creativo de las personas”… - sostiene la autora del Camino del Artista.

Cuando estudiaba en España tuve la oportunidad de utilizar la técnica de las tres páginas de Julia Cameron. En esa época, uno de los oficios que desempeñaba era el de contar cuentos de los bares y teatros para pagar mis estudios de creatividad en la Universidad de Santiago de Compostela. Tenía que producir guiones de espectáculos para presentar cada semana. Tenía la obligación de sostener un ritmo de producción bastante alto y exigente. Vivía prácticamente como un artista del espectáculo, oficio que alternaba con mis estudios sobre creatividad, y los envíos de mis trabajos a la universidad. Puedo decir que las tres páginas fueron de gran ayuda para desbloquear mis propios procesos creativos. El haber llenado las tres páginas durante las ocho semanas que propone el libro de Cameron también me sirvió para comenzar a desarrollar un estilo de escritura más natural y fluído, sin los adornos que a veces invadían mi forma de escribir. Supe por un amigo mío – el escritor español Enrique Páez - que las tres páginas le habían servido también para trabajar sobre sus bloqueos artísticos de una manera eficaz.

Precisamente en su libro “ Escribir: Manual de Técnicas Narrativas”, Enrique Páez dedica un capítulo al tema del bloqueo narrativo. Según Páez, para superar los bloqueos del escritor es fundamental perderle el miedo a la escritura, desmitificar el oficio de escribir. Escribir tonterías, escribir sobre papeles de todo tipo sin necesidad de tener el gran diario o cuaderno especial, y sobretodo escribir sin aplazar el momento, pues todos los momentos son buenos para hacerlo:

...” Las expectativas excesivas son las culpables de casi todos los bloqueos creativos. Querer escribir la mejor página de la literatura española, el mejor poema, el mejor relato. Lo vemos ya en las antologías y nos vemos premiados una y mil veces. Y de esta manera no se puede escribir un buen texto. La página sigue en blanco, y mientras siga en blanco cabe la posibilidad de que sobre ella se escriba la mejor página de la historia (…) se cual sea el texto que escribas, siempre habrá uno peor que el tuyo: el de la página en blanco “…

Escribir: Manual de Técnicas Narrativas.
Enrique Páez


Quisiera terminar este breve capítulo sobre el bloqueo creativo invitando al lector a recuperar a su artista interno. Durante varios años he alternado mi trabajo como consultor de empresas multinacionales con actividades artísticas que me enriquecen y me permiten beber de otras fuentes diferentes al mundo del mercado y de las empresas.
En distintas épocas del año dedico una parte importante de mi tiempo a viajar, a escribir nuevos guiones para mis espectáculos, redactar artículos para revistas y dedicar el tiempo a otras actividades que me permiten beber de mis propias fuentes creativas. Alternar oficios me ha servido para no desconectarme con ese personaje que todos nosotros llevamos por dentro: el arquetipo del creador.