LA
CREATIVIDAD Y LA SALUD DE LOS NIÑOS Y LOS ADULTOS
Juan
Carlos Rosman
Lic
en Ciencias de la Educación
y Especialista
en Creatividad
jcrosman@mundopersona.com.ar
Cuando
comienzo una charla para padres sobre la Creatividad de sus hijos, lo primero
que les comento es que los verdaderos maestros de la Creatividad son los niños.
Ellos tienen su Creatividad como forma de vida, la ejercen en cada uno de sus
comportamientos. Re estrenan continuamente el mundo.
Todos
nacemos con el potencial de crear, pero a medida que pasan los años y
fundamentalmente a partir de los 6 años, este potencial creativo comienza a
adormecerse hasta quedar como algo latente, pero a niveles muy profundos, con
muy poca posibilidad de manifestarse.
El
Potencial Creativo es algo natural. Pero el desarrollo de este potencial no es
algo natural. Es algo muy frágil y que podemos afectar en muchas formas.
Un
Pedagogo francés escribió que “el niño es el padre del hombre”. Por lo
tanto, es durante la niñez que se va construyendo el hombre que luego seremos,
aunque siempre estaremos en condiciones de rectificar caminos.
Podemos
decir que en el niño ya está el hombre, y afirmamos con mucha más fuerza, que
en todo hombre y mujer aún está el niño que somos; ese que tiene la frescura,
la ingenuidad de rehacer lo insólito y la valentía de crecer.
Estimular
o permitir. Muchas veces tendemos a pensar que en esto de la Creatividad de los
niños, tenemos que disponer de recetas que nos ayuden como padres a estimular o
fortalecer la creatividad de nuestros hijos. Pero seguramente, es mucho más
aquello que podemos hacer por dicha creatividad, si simplemente nos limitamos a
dejarla que fluya, dejarla que sea, como dice la canción “Let It Be”,
acompañándola y aprendiendo.
Parece
que el juego es un campo natural para la expresión de la Creatividad del niño.
Porque es a través del jugar que el niño crea y recrea el mundo que lo rodea,
pero más importante aún crea nuevos mundos que nuestra imaginación de adultos
censura porque no se ajustan a lo que denominamos “la realidad”. El juego
debe ser libre y sin tiempos, entonces se transforma en un aliado incondicional
de la creatividad de nuestros hijos. El juego es la libertad en el espacio de
unión de dos elementos. Cómo juega Usted con su hijo?
Es
necesario que esta creatividad se exprese en una forma espontánea y natural.
Aquí es como podemos aprender de nuestros hijos, participando en su regla de
“la no regla”, en su armar y destruir, en su querer transgredir hasta el
principio lógico de la gravedad.
La
exigencia de agregado de valor es algo adulto y les resulta asfixiante. Buscar
soluciones es parte del pensamiento adulto.
Es
muy saludable para los padres participar con sus hijos en la construcción de
juguetes, inventar juegos. Descubrir cuales son las reglas de construcción de
un juego y luego transgredirlas y volver a inventar nuevas reglas y nuevos
juegos. Pero desde el lugar del que aprende y no desde el “supuesto lugar”
del “saber adulto”.
No
debemos exigirles que sean originales, ni novedosos. Tenemos que dejarlos que se
expresen, en las formas, los tiempos y con los materiales que ellos deseen.
La
Creatividad es la capacidad humana de responder a necesidades, problemas o
situaciones desconocidas. Para los niños todas las situaciones son desconocidas, por lo tanto cualquier situación que vivan es una oportunidad
excelente para que manifiesten esa creatividad.
Las
diferencias individuales que se dan en cada persona requieren creatividad para
tratarlas (que se quiere decir cuando se dice que requieren creatividad:
sensibilidad para detectar aspectos no evidentes, generar nuevos comportamientos, capacidad para evitar la repetición de estereotipos
innecesarios y perjudiciales, no repitiendo comportamientos y tener flexibilidad
frente a respuestas no satisfactorias). Este es uno de los aspectos en que como
padres podemos sumarnos a la Creatividad de nuestros hijos.
Cada
uno de nuestros niños es diferente. La pregunta que podemos hacernos, es si
nosotros somos realmente diferentes como padres, con cada uno de nuestros hijos.
Padres
e Hijos no es una separación, es solo una diferencia de posibilidades y
responsabilidades. Pero posiblemente en otros aspectos y no en el aprender a
vivir. Ambos somos compañeros de una ruta, que se modifica a cada momento y que
nos brinda la oportunidad de manifestarnos como seres únicos, dinámicos y
creadores.
El
desarrollo de la creatividad es algo muy frágil, que es afectada por muchos
factores. Pensemos que la creatividad es como una semilla (la naturaleza las
produce de a miles, porque no tiene certeza que germinen). Por lo tanto, creemos
las condiciones necesarias y nutritivas para que la cosecha pueda ser abundante.
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