MUNDOS REFLEXIONADOS  

CREATIVIDAD  

Puede la Creatividad ayudar a Resolver Problemas?

Alejandra Benitez

Lic en Economía y Master en Dirección de Marketing. Facilitadora de procesos de Decisión. Consultora en temas de liderazgo y trabajo en equipo, especializada en CPS (Resolución Creativa de Problemas) y en aplicación de las técnicas de Creatividad a distintos ámbitos de acción. Profesora y conferencista invitada en distintos foros. 

abcreativa3@hotmail.com

 

La forma en que definimos un problema y la forma como lo pensamos y nos posicionamos frente al mismo, tiene un impacto directo en la posibilidad de resolverlo. 

Vamos a comenzar con un pequeño ejercicio.

Mire atentamente la ecuación que aparece a continuación (IX = I + X). Escríbala en una hoja. Hay algo que no está bien. Sin tomar la tijera ni escribir encima, qué podría hacer Ud. para que la suma resultara correcta?

Tómese unos minutos... y si lo ha logrado, tiene desde ya la confirmación que Ud. es una persona que no se conforma con un “nada” por respuesta. Si aún no lo han logrado, pruebe dar vuelta la hoja  y lea  nuevamente la ecuación.

A veces estas pequeñas pruebas no pasan el nivel de lo anecdótico, pero contienen una lección que es importante recordar. La solución suele estar más cerca o ser más simple de lo que pensamos o sentimos y para encontrarla, debemos buscarla de un modo diferente al habitual.

Desde que el mundo es mundo, el hombre ha tenido problemas que resolver. Sin embargo su manera de definirlos ha producido resultados muy distintos.

Un problema puede ser, para unos, algo que está mal y hay que remediar.  Para otros, un obstáculo que se interpone en el camino del logro deseado; o la distancia que lo separa de un estado deseado; o bien una oportunidad para descubrir o aprender algo nuevo.

Si el foco se pone en la mera descripción del obstáculo o en sus consecuencias negativas, las posibilidades de solución se limitan de antemano; pero si se logra verlo como la distancia entre un estado inicial que no conforma y uno final deseado, abrimos nuestra mente a encontrar nuevos caminos. No es lo mismo decir no tengo tiempo o dinero, que  ¿cómo podría conseguir el dinero que necesito para lograr tal cosa?, o ¿de qué manera podría obtener el tiempo que necesito para realizar esto que deseo?

Enunciar los problemas en forma de pregunta agregando el punto de destino deseado, permite liberar la energía creadora que nos conduce a generar y explorar alternativas para recorrer la distancia entre ambos.                                                                                                           

Cómo pensamos los problemas?

Tradicionalmente el sistema escolar nos instruye para detectar los errores y desviaciones de un resultado que se considera correcto. Aprendemos que lo que no está bien tiene una causa y que si la erradicamos el problema estará resuelto. Pero la dificultad para detectar o eliminar la o las verdaderas causas, en muchos casos, conduce a actuar sobre los síntomas, alimentando la convicción que al desaparecer los síntomas también desaparece el problema.

La sumatoria de estos enfoques ha contribuido, a mi entender, a reforzar el pensamiento reactivo. Un pensamiento que no anticipa, donde sólo sentimos que estamos frente a un problema cuando nos topamos con un obstáculo. La mirada tiende a concentrarse en detectar desvíos, en lo que no encaja o coincide con lo conocido.

Esto, a mi entender, ha alentado la presunción que se puede controlar la realidad y ha fortalecido la visión del mundo futuro como proyección del pasado. Por mucho tiempo se ha pensado que podía existir gente, empresas o países con pocos o casi ningún problema. Podríamos hoy decir lo mismo? No nos sorprende que todos tengan problemas?  

Algo parece haber cambiado esencialmente en el mundo y nada tiene un lugar definitivo.  El poder político y económico cambia de forma y de mano, las reglas de juego, las relaciones humanas, el clima, todo está cambiando. Los sueños toman nuevas formas, las tecnologías y hasta las ideas quedan en poco tiempo superadas. Han desaparecido las certezas y todo esto realmente nos confunde.

Lo interesante de este proceso es que cuando se quiebran las certezas, cuando dudamos de tener los medios adecuados, se abre una instancia de esperanza para generar cambios profundos y alentar nuevas formas de concebir y operar sobre o en la realidad. 

El aporte de la Creatividad

El aporte de la Creatividad en este sentido es valioso porque genera o potencia la capacidad de mirar las cosas desde nuevas perspectivas.

El conjunto de herramientas que se aplican permiten reconocer cada problema en el marco de una situación problemática más amplia e ir más allá de la superficie. Facilita el mirar la situación desde distintos ángulos, reconocer las similitudes y diferencias y desarrollar un mayor número de opciones o alternativas de solución.

Este presente siempre cambiante y en muchos casos caótico es un momento de enorme fecundidad. El pensamiento creativo nos permite construir nuevos puntos de referencia a partir de una lectura distinta de la realidad.

 

Obras que inspiraron algunos de estos pensamientos

Stephen R. Covey. “Los 7 Hábitos de la Gente altamente Efectiva”. Paidós. 1997.

Daniel Goleman. Paul Kaufman y Michael Ray. El Espíritu Creativo. Editorial Vergara. Bs.As. 2000