En
este artículo se describe una experiencia sobre “enseñar a pensar”
a través de juegos, obras de arte y cuentos, experimentada en las aulas
de educación infantil de 3, 4 y 5 años en la línea del Programa de
Incorporación Progresiva del Valenciano y el Programa de Inmersión Lingüística
del Colegio Público Rajoletes, de Sant Joan d’Alacant.
- Son dos chicos.
-
No, porque tienen el pelo largo.
-
Los chicos también pueden tener el pelo
largo.
-
Son chicas porque no tienen barba.
-
Pero también pueden ser chicos, algunos no
tienen barba.
-
Son dos chicas porque se les ven las tetas.
Éstos
y otros muchos razonamientos y argumentaciones son los que constantemente
aparecen en nuestras sesiones de “pensar”.
“Tot pensant o jugando a pensar. Un programa de filosofía para educación
infantil” era el título del curso ofertado por el centro de profesores de
Alicante, al que acudimos intrigadas algunas profesoras de nuestra escuela. La
sorpresa, la admiración y las ganas de experimentar todo lo allí aprendido
estuvieron presentes en todas las sesiones. La vuelta al aula, al día a día,
estuvo cargada de intenciones, de practicar todo lo que aprendimos, y sobretodo,
todo lo que vivimos.
El
curso siguiente me encargué del apoyo a las aulas de infantil. Propuse al resto
de profesorado mi intención de iniciar el proyecto de filosofía con todos los
alumnos y alumnas del ciclo, la
idea fue bien acogida.
ORGANIZACIÓN
A lo largo de la semana intervengo
dos sesiones en cada aula, excepto en tres años que sólo lo hago una sesión.
Dividimos el aula en dos grupos, en la primera sesión yo me llevo a uno de
ellos y la tutora o el tutor se quedan con el resto, y en la segunda cambiamos,
de tal manera que a lo largo de la semana realizan la experiencia los dos
grupos. Esto permite que tanto los/as tutores/as como yo trabajemos con grupos más
reducidos. Hemos buscado un espacio diferente del aula para trabajar. El centro
tiene dos pabellones, uno de infantil y otro de primaria, y para las sesiones de
filosofía nos desplazamos al pabellón de primaria, a un espacio habilitado
para tal efecto, con carteles, una alfombra, mesas y sillas así como espacio
para exponer los trabajos elaborados por el alumnado.
Nos sentamos en el suelo como
solemos hacer en la clase, y fijamos una serie de normas que nos ayudan a llevar
a cabo la actividad. Algunas son las que normalmente rigen nuestras asambleas de
aula, y otras son específicas de
nuestras sesiones de filosofía: pensar antes de hablar, hacer preguntas.
OBJETIVOS
Los
objetivos fundamentales son:
iniciar en el razonamiento, desarrollo de la imaginación y promoción del diálogo
en todos/as aquellos/ as niños/as que participan en la actividad.
Intentamos
potenciar trasvases de conocimientos entre iguales.
La
filosofía se basa en aprender a hacer preguntas; cada uno constituye su propio
conocimiento, pero nadie lo puede hacer sin la ayuda de los demás.
“Una
de las finalidades de este proyecto es convertir al alumno en un ser más atento
al discurso, más reflexivo y más razonable; es decir: proporcionarle las
herramientas para mejorar su capacidad de juicio. No pretende formar pequeños
filósofos, sino formar ciudadanos que puedan hablar y pensar razonablemente, y
que, en consecuencia, sean más creativos y quizás más libres.” (De
Puig, Irene y Sátiro, Angélica)
“CUANDO
MÁS SABEMOS DE UNA COSA MÁS CAMBIA NUESTRA MIRADA”
UNA
EXPERIENCIA
Reparto
a cada niño/a una fotocopia donde aparecen las figuras recortadas, sin entorno,
de las mujeres del cuadro de Picasso “Mujeres corriendo en la playa”, al ser
una fotocopia en blanco y negro, la imagen no es muy nítida y esto implica que
el descubrimiento de lo que representa sea más complejo. ( Se utilizan
diferentes recursos para presentar las obras de arte: algunas veces se recortan
las figuras del cuadro y se sacan de su contexto, otras, se empieza a descubrir
el cuadro por un agujero que cada vez se hace más grande, o se tapa con un
papel y poco a poco se va quitando.)
Comienzan
las hipótesis:
Maestra:
¿qué hay en la hoja?
Marta:
Son dos personas.
Ramón:
Dos chicas.
Santi:
Dos niños.
Félix:
Son chicas porque tienen el pelo largo.
Marcos:
Son chinos porque tienen la camiseta blanca.
Miguel:
Son chicas porque tienen las tetas gordas.
María:
Pueden ser gemelas.
Elena:
No porque una es blanca y otra es marrón y Nicole tiene la misma cara que su
hermana (gemela).
Maestra:
¿Qué están haciendo?
Jorge:
Juegan a saltar.
Paula:
Juegan a dar volteretas.
Julio:
Juegan a chocarse.
Marta:
Están corriendo porque tienen las piernas estiradas.
Pablo:
Irán corriendo a tirarse al agua a bañarse.
En otra sesión colocamos las
figuras en diferentes láminas de paisajes y todos/as van haciendo
comentarios sobre si pueden o no estar allí.
Algunos
comentan que las chicas son demasiado grandes para colocarlas en el paisaje,
otros hacen diferentes comentarios:
Paula:
En la nieve no, porque van descalzas y se constipan.
Francisco:
En la montaña se hacen daño en los pies con las rocas.
Ivan:
En el bosque no, porque las ramas les arañan.
Teresa:
En el río se hacen daño con las piedras.
Aurora:
En el desierto si, aunque debe quemar mucho la arena.
Raquel:
En la playa, van descalzas.
Concluimos
que pueden ir por el desierto o por la playa.
Les
muestro el cuadro.
Maestra:
¿dónde pueden ir?
María:
Se van corriendo a su casa para cambiarse porque se les ha roto el vestido.
Elena:
Están jugando a correr.
Aitana:
Van cogidas de la mano porque son amigas.
Maestra:
¿cuándo nos cogemos de la mano?
Mar:
Cuando nos vamos de excursión.
Lucia:
Cuando vamos a cruzar la calle le damos la mano a los mayores.
Joaquín:
Claro porque si no nos puede pillar un coche.
En esta ocasión solicité a algunas
de las clases que me reprodujeran el cuadro como última actividad, y las
producciones eran curiosas, tenían movimiento como el cuadro, y detalles que no
se les escapan, como las manos cogidas, tanto si lo realizan niños y niñas de
3 años como los de 4 y/o 5 años.
EVALUACIÓN
Un momento antes de finalizar la
sesión nos paramos a evaluar lo que hemos hecho, si hemos intervenido
adecuadamente, si hemos respetado el turno de palabra, si participamos todos y
todas en la actividad aunque sólo sea un poco, qué hemos aprendido, qué es lo
que más nos ha gustado y qué es lo que menos...
UNA
SESIÓN CON LOS PADRES Y MADRES.
En las reuniones de aula del primer
trimestre informamos a las madres y padres del proyecto de filosofía que
íbamos a iniciar con sus hijos e hijas. Posteriormente, convoqué una
reunión en la que expliqué con más
detenimiento dicho proyecto y realicé una sesión con todos/as ellos/as.
Una vez les conté en qué consistían
mis sesiones les propuse participar en una sesión práctica par que
comprendieran realmente lo que estaba haciendo. Utilicé un cuadro de Kandinsky
e hice con ellos/ as la misma actividad que había realizado con sus hijos e
hijas, las mismas preguntas y la misma progresión
Los
comentarios que los adultos hacían no coincidían con los de los niños y niñas
ante la misma imagen, circunstancia que confirma que las ideas previas y los
conocimientos sobre las cosas determinan en muchos casos nuestros razonamientos.
El resultado fue muy positivo.
Todas/os
quedaron muy contentos/ as, y algunas/ os me comentaron a final de curso que habían
notado un cambio en los razonamientos de sus hijo/as.
CONCLUSIONES
·
El principal
objetivo, enseñar a pensar, lo he iniciado. Los niños y niñas son conscientes
de que hay que reflexionar sobre nuestras experiencias, pensamientos,
sentimientos, e incluso aplicarlo a las situaciones cotidianas.
·
Se dan cuenta que
pensar es difícil, que es muy fácil decir “porque sí” o “porque no”,
y eso en nuestras sesiones está prohibido, hay que pararse y reflexionar, y
nuestros/ as alumnos/as lo hacen y participan todos/as.
·
Yo he aprendido
que pensar es difícil, pero hay que ponerse y entonces descubres que
todos y todas sean de la edad que sean, son capaces de pensar, de razonar
y llegar a ideas sorprendentes,
que, sin embargo, tienen la lógica infantil.
·
Que el temor
inicial a que los más pequeños, los de tres años
no respondieran o no entendieran lo que yo les proponía,
se desvaneció en el momento en el que no limito sus capacidades.
Sorprende cómo son capaces de
reflexionar sobre una obra de arte o un cuento.
·
Me ayuda a mirar
las cosas desde otra perspectiva, a mirar con ojos de niño/a a ponerte en su
lugar y pensar desde sus experiencias, desde sus ideas de niños/as, y
redescubres un mundo que ya tenías olvidado.
En síntesis los niños y niñas de
infantil siempre sorprenden, pero en esta ocasión es una experiencia realmente
enriquecedora, de reflexión y aprendizaje continuo, tanto mío como de ellos/as
y esto me anima a continuar con ella.
BIBLIOGRAFÍA
·
De Puig,
Irene y Sátiro, Angélica. Jugar
a pensar. Recursos para aprender a pensar en educación infantil. Barcelona.
Eumo- Octaedro. 2000.
·
Láminas de cuadros
de los pintores propuestos, Kandinski, Picasso y Miró