Muchas son las definiciones de creatividad,
además esa palabra es utilizada para decir muchas
cosas diferentes. Como es un concepto relativamente reciente
cuenta con una variedad de intentos de conceptualización.
Para aclararnos vamos a considerar que la palabra creatividad
es utilizada de diferentes maneras, veamos:
- Como sustantivo
Es la capacidad de crear
- Como adjetivo
Es lo que da la "cualidad/calidad" de una persona,
producto, ambiente o proceso
- Como verbo
Es la acción que puede ser desarrollada/aprendida
(habilidad, proceso, pensamiento...)
En este texto vamos a tratar de la creatividad según
esos tres aspectos, como adjetivo y como verbo en los
apartados siguientes. Y, como adjetivo, buscaremos profundizar
un poco más en esta idea de capacidad de crear.
Según nuestras propias reflexiones y labor conceptual
llegamos a la siguiente definición:
La creatividad es la capacidad del ser humano de ampliarse
y profundizarse a nivel individual y colectivo en distintos
ámbitos: lenguaje, tecnología, ciencia,
arte, relación y acción en el mundo, etc.
Es utilizada para generar resultados que la evidencien:
pensamientos, acciones, productos.
Puede ser desarrollada por cualquier persona, pero ese
desarrollo ocurre de diferentes maneras generando distintos
grados de evolución. El genio sería un ejemplo
de grado máximo de desarrollo de esta capacidad.
La creatividad en sí misma no es ni buena ni mala,
es el uso de esta capacidad que definirá su calidad
moral. Mirar la creatividad desde una perspectiva ética
significa considerar la propia vida como una obra de arte
y la humanidad como el gran proyecto creativo de cada
uno.
Y, como estamos de acuerdo con todos aquellos que afirman
que no se puede enseñar a nadie a ser creativo,
tampoco se puede trabajar directamente con el desarrollo
de esta capacidad. Pensamos que lo que se puede educar
y desarrollar es el pensamiento creativo. Y es por eso
que vamos a nuestro siguiente apartado.
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